PAISAJE CULTURAL DEL PISCO
A lo largo de los siglos, las Regiones de Atacama y Coquimbo, han conformado una unidad histórica y geográfica de valor extraordinario, modelada por el mestizaje de las diferentes culturas y su singular interacción con la naturaleza.
Esta zona, funcionó como intermediador sociocultural entre el norte y el sur de América Meridional, por donde ingresaron los incas en el siglo XV, difundiendo sus tradiciones en los pueblos originarios locales, al igual que los españoles, cien años después.
Actualmente, esta área comprende la provincia del Huasco (Atacama), y las provincias de Elqui, Limarí y Choapa (Coquimbo), representando el 8% del territorio chileno y el 4% de los habitantes, rodeados de verdes oasis y un amplio espacio formado por montañas y desierto.
Se trata de zonas extremas dada su aridez y, naturalmente, la agricultura no podía competir en volumen con el Valle Central, que sí disponía de recursos hídricos. Es por esto que, los campesinos y viticultores del Huasco y Coquimbo se vieron impulsados a priorizar la calidad, creando dos productos nuevos de alto valor añadido: el Pajarete y el Pisco.
Formulario
Ingrese aquí para completar el Formulario de Registro de firmas de apoyo a la Declaratoria del Paisaje Cultural Vitivinícola del Pisco Chileno
• Los viticultores necesitaban añadir valor a sus escasas producciones, creando el Pajarete, un vino de alta calidad, documentado desde 1791 en la Aduana de Coquimbo, que se convirtió en el primer vino con Denominación de Origen de Chile y América (en 1953).
• A comienzo del siglo XVIII, se creó el pisco chileno, destilado de uva de gran prestigio que, a partir de 1931, se transformó en la primera Denominación de Origen de América.
Vinos, destilados, fiestas populares, riquezas mineras y diferentes saberes, han hecho al territorio del Huasco y Coquimbo generar un paisaje cultural único, muy particular y de gran valor patrimonial, construido en el tiempo por los grupos humanos establecidos allí, que conservamos hasta el día de hoy.
